Juanita La Larga
Book Excerpt
Por último, poseía don Paco la casa en que vivía, donde no faltaban bodega con diez tinajas de las mejores de Lucena, un pequeño lagar y una candiotera con más de veinte pipas entre chicas y grandes. Para llenar las pipas y las tinajas era don Paco dueño de un hermoso majuelo, que casi tenía seis fanegas de extensión; y aunque su producto no bastaba, solía él comprar mosto en tiempo de la vendimia, o más bien comprar uva, que pisaba en el lagar de su casa.
Era esta de las buenas del pueblo, con corral donde había muchas gallinas, y con patio enlosado y lleno de macetas de albahaca, brusco, evónimo, miramelindos, dompedros y otras flores.
Claro está que para las faenas rústicas del lagar, del trasiego del vino y de la confección del aceite, hombres y bestias entraban por una puertecilla falsa que había en el corral. En suma, la casa era tal y tan cómoda y señoril, que si la hubie